sábado, 17 de agosto de 2013

Pequeño pensamiento

Es extraño, lo ciego que puede estar el corazón a larga distancia, lo poco que oímos  a la razón que grita con desesperación "¡despierta!", somos como guías ambulantes, sin ser capaz de ver lo que debemos hacer, mas mostrándoselo como expertos a otras personas. Tal vez por eso añoro tanto la compañía aun si la aborrecía antes, es irónico verme ahora tan débil bajo la luz de la luna, expresando cada delirio lleno de locura insensata que solo llega a imprudencias cuyas consecuencias de tu mente no se borraran, es entonces, cuando miras el espejo, la ventana, o simplemente al vacío y te preguntas "¿para que?, ¿para que tantas molestias?" y te dices "si no valen la pena", entonces, solo en ese entonces te das cuenta de todo, mas sin embargo fuera entender tus errores, cometes uno aun mas grande. Culparte, rechazarte y por ente, deprimirte, y hacer una tormenta que solo juntando todos los mares y océanos se podría crear, en un simple vaso de agua frágil, pequeño y ahora triste, tu corazón. Solo acepta, que no hay perfección, pero lo que mas se le acerca... es, era y siempre sera, aprender, ver al mañana, y dar pasos, no con miedo solo con cautela, no con reglas solo con lo correcto. Y espero que al final, en vez de preguntarte mas innecesarias cosas, puedas decir "lo hice" y antes de acabar todo, "fui feliz".

Soy solo una escritora, que quiere leer lo que no puede ver, y que quiere escuchar, aun si es solo en su mente, la bienvenida de aquellas fantasías que muchos llaman comunes, clichés, o solo ficción innecesaria, mas no por eso me conformare con ello, tan solo es mi mas perfecto inicio.


viernes, 16 de agosto de 2013

El reflejo de la ventana (2)

Capitulo 2: ¿inoportuna llamada?

Deje una vez mas detrás cada pensamiento que tuviese sobre el, hacer lo normal, lo aburrido y normal de siempre.
- Debería ir a una biblioteca siquiera- suspire
Mi encierro era mucho, por lo cual no sabia si era mi mente o era real lo que vivía, distraerme me ayudaría a olvidar las dos por igual. Locura o realidad, no duran mucho en mi mente. Mire hacia abajo y paso por mi cabeza el recuerdo involuntario de el, mirando hacia abajo como siempre que le veía.
- Tal vez a alguien o algo inusual, algo que quisieras seguir mirando... como esa chica - dije entre mis delirios,  me reí.
Hablar sola solo comprobaba que debía apresurarme y salir de mi casa de vez en cuando y dejar de ver la ventana. Tome mis cosas y decidí ir a la biblioteca como había pensado, (si tenia libros no tendría que salir para distraerme en un tiempo), pero mi teléfono sonó el el justo momento que iba abrir la puerta.
- ¿bueno? - un típico saludo.
- ¡Ali!, ¡Ali!, ¡ven, ven te tengo que enseñar algo! - una voz animada como la de un niño pequeño me gritaba.
- ¿a don... colgó - efectivamente, solo se escuchaba el zumbido del teléfono diciendo que no se molesto en decir donde estaba - Oh bueno, la biblioteca sera en otro ataque de locura básica.
Por fin pude salir, y el viento soplaba fuerte como el de una tormenta me acaricio el rostro dando una sensación de libertad.
- ¡que hermoso día! - grite, y no, no era sarcasmo.
Pero no me di cuenta que había alguien enfrente de el portón, avergonzada me escondí en una macetas mías para que no me viesen, y sin querer escuche un poco lo que decían mientras irremediablemente también los veía, llamaban mucho la atención después de todo. No eran las típicas personas que verías enfrente de tu casa normalmente.
- ¡Oh! por fin te encuentro - reía con dulzura una voz frágil y delicada pero constante como un hermoso hilo, era aquella hermosa dama que cualquiera reconocería a distancia, aunque yo la reconocía por su descripción "dulce" que ahora lo era aun más.
"Dulce" esa palabra que nunca había usado para describir a alguna persona, resonaba en mi cabeza al verla.
- Lamento si has esperado mucho. - Una voz gruesa que fluía como seda en el viento provenía de un caballero con traje y un largo sombrero de copa que tapaba sus ojos junto con su largo cabello negro que no dejaba se vieran sus ojos.
Sentía haberle visto también, pero ¿como conocería a alguien así? si tan solo el simple sombrero era algo nulo de conseguir en estos tiempos. Me reí de mi misma y salí de mi escondite para ir con Elias, quien me había llamado, la chica y el joven seguían ahí pero era claro que esconderme en macetas tan pequeñas solo evidenciaba mas mi presencia. Los mire una ultima vez mientras caminaba, solo por curiosidad, el sostenía la mano delicada de ella pero ya no sonreía como antes ni la miraba a ella, ahora fruncía el ceño y tenia su mirada furiosa fija al frente. Me miraba a mi, voltee con rapidez y seguí mi camino fingiendo no haber visto nada, aun si su mirada era algo que no podías evitar ver y recordar...
- rojos... - murmure
Sus ojos eran tan rojos como los de aquel chico... había mucha diferencia entre ellos dos, mas los dos miraban a aquella "dulce" chica y a uno no lo había podido ver mas que en la oscuridad. Sabia que me volvía loca de una y mil maneras o como mis vecinas que inventan lo que se les da su gana, lo cual también era raro, nadie hablaba de ellos, personas que resaltaban tanto y estaban en este lugar sin ninguna razón, justamente en una casa abandonada e inhabitable, eran invisibles ante todos, así como yo había intentado serlo por año sin frutos. Mi teléfono sonó, "ven a mi casa" dijo y colgó de nuevo. Era un avance mínimo en comunicación, pero algo.
Llegue a casa de Elias y antes de que siquiera tocase la puerta, el estaba ahí saltando a abrazarme mientras gritaba aun emocionado.
- ¡Alii!¡llegaste! ¿te perdiste?, ¿te robaron?,  ¿ algún suceso horriblemente maníaco y psicópata que te haya pasado? - su voz aun era la de un niño pero esta vez algo preocupado, aunque aun emocionado.
- "¿algo interesante que me quieras contar para agregar a colección de historias sorprendentes?" mejor di - sonreí - te eh dicho que no me llames Ali - dije en tono enojado pero con la sonrisa aun en mi rostro.
- pero... pero... tu eres Ali y yo Eli, Ali, Eli ¿no suena lindo? - tomo mis manos y sus ojos parecían brillar un poco mas de lo normal.
- Eli no suena a un chico... y yo me llamo A... - me interrumpió
- Alicia si, si, lo se, pero para mi siempre seras Ali - me sonrió con dulzura, tomo mi mano y la me jalo guiándome para dentro,- ven ven Ali, pronto comprenderás el porque de mi emoción...

miércoles, 7 de agosto de 2013

El reflejo de la ventana

Capitulo 1: El algo a lo que la lluvia temía

Cada día fuera sol, nubes a punto de llover, la luna o solo niebla la que dominaba el tan extenso cielo sobre mi, miraba a la ventana un largo tiempo, no llegaba a horas, pero cinco minutos sumergida mirando a través de ella, parecían una hermosa eternidad, un mundo perfecto, un pedazo de mundo que podía admirar día, donde solo existía el ambiente y yo... o eso creía. La lluvia me estaba avisando algo con sus truenos tan sonoros, algo que nunca había visto, la fuerte lluvia me susurraba, esa tan amada lluvia que me acompañaba. Por primera vez le temía a lo que más quería.
Un trueno callo en el techo de la casa de alado haciendo estremecer todo a su alrededor, me aleje de la ventana de un salto... pero no fue el rayo lo que me causaba escalofríos...
Justo en la ventana de alado, la cual había estado abandonada desde hace ya muchos años por las malas condiciones en las que se encontraba, se encontraba una silueta nublada, la silueta de una persona mirando hacia abajo, a pesar de la oscuridad que le rodeaba y no dejaba ver su silueta del todo sus ojos brillaban como dos lunas latiendo en un lago carmesí en medio de la noche...
- Que bellos ojos... - susurre.

Al día siguiente todo transcurrió como era normal, no hubo ningún daño por la tormenta y el suelo que normalmente aun debía estar inundado, estaba ahora seco aun cuando eran apenas las tres de la tarde y el cielo estaba nublado justo como ayer. Solo había algo que había cambiado, yo, no dejaba de recordar lo inestable que era esa cara, el simple primer piso era inhabitable, pensar que alguien llego al segundo era aun más imposible, pero deje esa idea, me dije a mi misma que podrían haberla reconstruido en el largo tiempo que me desaparecí voluntariamente del mundo.
Solo por curiosidad y esperando que lo que había visto no fuera solo un sueño, fui a la ventana una vez mas (aunque ahora era de día) para ver si le encontraba mirando, pero no había nadie. Suspire decepcionada y me quede mirando a la calle, mucha gente pasaba de un lado a otro, era normal y aburrido como siempre, hasta que aviste algo... ¿hermoso? seria la palabra mas parecida pero era mas como... "dulce", una hermosa chica de cabellera rubia como el sol y tes pálida y blanca como la nieve, pero con unas hermosas mejillas rosadas y brillantes, ¿que hacia alguien así aquí?, su cabello relucía con el viento y la luz haciéndola aun mas hermosa, aun teniendo el pelo ondulado, este volaba suavemente por su espalda al rose del viento. Voltee entonces con vergüenza al notar que su mirada se estaba dirigiendo arriba (estaba en la planta alta), a lo que mi corazón se paro por un momento dejándome con un respiro frío y olvidándome de tan bella escena, pues de nuevo no era de algo bello de lo que temía tanto, al voltear ahí estaba...
Ojos rojos que aun en día brillaban como lunas carmesí, pero esta vez poda también notar su tes, era pálida también llegando casi a morado, pero aun porcelana, un cabello negro como la noche y un poco largo tapando sus orejas y cejas, estaba mirando hacia abajo como la otra vez. Me le quede mirando detrás del vidrio de color, esperando no notara mi mala educación de espiarle.


Si no fuera por esos ojos tal vez nada hubiera empezado, ¿porque nadie lo notaba...?.

martes, 6 de agosto de 2013

Inicio

Eh aquí el inicio de Historias bajo la luz de la luna *O*
En este blog pondre cuentos, historias, pequeñas novelas y lo que se venga a mi cabeza :3
Un gusto es comenzar el inicio de este blog >:3
wii wii fieshta *O*