viernes, 16 de agosto de 2013

El reflejo de la ventana (2)

Capitulo 2: ¿inoportuna llamada?

Deje una vez mas detrás cada pensamiento que tuviese sobre el, hacer lo normal, lo aburrido y normal de siempre.
- Debería ir a una biblioteca siquiera- suspire
Mi encierro era mucho, por lo cual no sabia si era mi mente o era real lo que vivía, distraerme me ayudaría a olvidar las dos por igual. Locura o realidad, no duran mucho en mi mente. Mire hacia abajo y paso por mi cabeza el recuerdo involuntario de el, mirando hacia abajo como siempre que le veía.
- Tal vez a alguien o algo inusual, algo que quisieras seguir mirando... como esa chica - dije entre mis delirios,  me reí.
Hablar sola solo comprobaba que debía apresurarme y salir de mi casa de vez en cuando y dejar de ver la ventana. Tome mis cosas y decidí ir a la biblioteca como había pensado, (si tenia libros no tendría que salir para distraerme en un tiempo), pero mi teléfono sonó el el justo momento que iba abrir la puerta.
- ¿bueno? - un típico saludo.
- ¡Ali!, ¡Ali!, ¡ven, ven te tengo que enseñar algo! - una voz animada como la de un niño pequeño me gritaba.
- ¿a don... colgó - efectivamente, solo se escuchaba el zumbido del teléfono diciendo que no se molesto en decir donde estaba - Oh bueno, la biblioteca sera en otro ataque de locura básica.
Por fin pude salir, y el viento soplaba fuerte como el de una tormenta me acaricio el rostro dando una sensación de libertad.
- ¡que hermoso día! - grite, y no, no era sarcasmo.
Pero no me di cuenta que había alguien enfrente de el portón, avergonzada me escondí en una macetas mías para que no me viesen, y sin querer escuche un poco lo que decían mientras irremediablemente también los veía, llamaban mucho la atención después de todo. No eran las típicas personas que verías enfrente de tu casa normalmente.
- ¡Oh! por fin te encuentro - reía con dulzura una voz frágil y delicada pero constante como un hermoso hilo, era aquella hermosa dama que cualquiera reconocería a distancia, aunque yo la reconocía por su descripción "dulce" que ahora lo era aun más.
"Dulce" esa palabra que nunca había usado para describir a alguna persona, resonaba en mi cabeza al verla.
- Lamento si has esperado mucho. - Una voz gruesa que fluía como seda en el viento provenía de un caballero con traje y un largo sombrero de copa que tapaba sus ojos junto con su largo cabello negro que no dejaba se vieran sus ojos.
Sentía haberle visto también, pero ¿como conocería a alguien así? si tan solo el simple sombrero era algo nulo de conseguir en estos tiempos. Me reí de mi misma y salí de mi escondite para ir con Elias, quien me había llamado, la chica y el joven seguían ahí pero era claro que esconderme en macetas tan pequeñas solo evidenciaba mas mi presencia. Los mire una ultima vez mientras caminaba, solo por curiosidad, el sostenía la mano delicada de ella pero ya no sonreía como antes ni la miraba a ella, ahora fruncía el ceño y tenia su mirada furiosa fija al frente. Me miraba a mi, voltee con rapidez y seguí mi camino fingiendo no haber visto nada, aun si su mirada era algo que no podías evitar ver y recordar...
- rojos... - murmure
Sus ojos eran tan rojos como los de aquel chico... había mucha diferencia entre ellos dos, mas los dos miraban a aquella "dulce" chica y a uno no lo había podido ver mas que en la oscuridad. Sabia que me volvía loca de una y mil maneras o como mis vecinas que inventan lo que se les da su gana, lo cual también era raro, nadie hablaba de ellos, personas que resaltaban tanto y estaban en este lugar sin ninguna razón, justamente en una casa abandonada e inhabitable, eran invisibles ante todos, así como yo había intentado serlo por año sin frutos. Mi teléfono sonó, "ven a mi casa" dijo y colgó de nuevo. Era un avance mínimo en comunicación, pero algo.
Llegue a casa de Elias y antes de que siquiera tocase la puerta, el estaba ahí saltando a abrazarme mientras gritaba aun emocionado.
- ¡Alii!¡llegaste! ¿te perdiste?, ¿te robaron?,  ¿ algún suceso horriblemente maníaco y psicópata que te haya pasado? - su voz aun era la de un niño pero esta vez algo preocupado, aunque aun emocionado.
- "¿algo interesante que me quieras contar para agregar a colección de historias sorprendentes?" mejor di - sonreí - te eh dicho que no me llames Ali - dije en tono enojado pero con la sonrisa aun en mi rostro.
- pero... pero... tu eres Ali y yo Eli, Ali, Eli ¿no suena lindo? - tomo mis manos y sus ojos parecían brillar un poco mas de lo normal.
- Eli no suena a un chico... y yo me llamo A... - me interrumpió
- Alicia si, si, lo se, pero para mi siempre seras Ali - me sonrió con dulzura, tomo mi mano y la me jalo guiándome para dentro,- ven ven Ali, pronto comprenderás el porque de mi emoción...

2 comentarios:

  1. http://prntscr.com/1lpkg4

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  2. solo te vi un erro que hay te lo publique... el resto excelente y mardicion envidio tus dibujos :c
    hermosos
    sigue asi
    animo ^^

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